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A medida que el planeta se sumerge en la «Era de la Ebullición», consecuencia de no haber logrado mantener el aumento de temperatura global por debajo de los 1.5 °C, la situación actual se ha agravado, alcanzando los 2° grados en el planeta. Esta situación ha intensificado la crisis ambiental, afectando la vida diaria de los seres humanos y poniendo en peligro nuestra flora, fauna y especies marinas. En este contexto, la Amazonía peruana, que abarca una vasta área de 782,880.55 km2 y constituye más del 60% del territorio del Perú, juega un papel crucial como uno de los pulmones del mundo, albergando una de las más ricas biodiversidades del planeta.
Desde Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), se ha tomado la iniciativa de liderar esfuerzos para mitigar los riesgos asociados al cambio climático. Este compromiso se alinea con importantes fechas globales como el Día Mundial del Ahorro Energético, y el Día de las Naciones Unidas el 24 de octubre. Este último también ha sido designado como el Día Internacional contra el Cambio Climático, enfocado en promover los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030.
En línea con estos esfuerzos, DUS ha extendido una invitación a The Climate Reality Project para participar en el próximo evento de especialización internacional, este 23 y 24 de octubre. Esta colaboración busca abordar desde una perspectiva integral las relaciones entre la crisis climática y la justicia ambiental, desde la contaminación del aire hasta la compensación por daños y pérdidas. El concepto de justicia climática destaca la necesidad de centrar la equidad y los derechos humanos en todas las decisiones y acciones relacionadas con el cambio climático, reconociendo la desigual responsabilidad histórica de diferentes países y comunidades en la exacerbación de esta crisis global.
La justicia climática también resalta cómo las desigualdades estructurales, basadas en raza, etnicidad, género y estatus socioeconómico, pueden exacerbar los impactos del cambio climático. Por ejemplo, las mujeres y las personas con discapacidades enfrentan riesgos aumentados debido a su acceso limitado a recursos esenciales para adaptarse a los cambios climáticos. Además, las poblaciones indígenas, quienes protegen el 80% de la biodiversidad mundial, enfrentan amenazas crecientes a sus vidas y medios de subsistencia.
Esta convergencia de fechas y eventos refuerza la urgencia de un compromiso global más fuerte y de políticas efectivas que no solo aborden las emisiones y la mitigación, sino que también fomenten una adaptación justa y equitativa, asegurando que los países y comunidades más vulnerables reciban el apoyo necesario para enfrentar este desafío monumental.
Para obtener información sobre cómo participar en el evento como auspiciador o asistente, haz clic aquí.
Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, IPCC, Global Footprint Network, The Climate Reality Project