Tiempo de lectura: 1’30”
Las altas temperaturas que hemos tenido en los últimos días representan un récord histórico en Lima y en el mundo. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) se alcanzó una temperatura máxima en invierno superior a 27°C, algo que no se presenciaba desde el año 2000.
Los especialistas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han declarado que, por primera vez en siete años, se detectaron en el océano Pacífico condiciones con una alta probabilidad que generarán el incremento de las temperaturas y alteraciones meteorológicas este 2023.
Sin embargo, estas alteraciones meteorológicas no son las únicas consecuencias que genera el cambio climático. También afecta a la integridad física del ser humano. El calor puede tener un gran impacto en la salud de las personas y se correlaciona con las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Las mujeres y las personas de edad avanzada son las más vulnerables.
Al aumentar la temperatura, empeora la calidad del aire, causando que la densidad atmosférica disminuya. Debido a la reacción producida por la radiación solar, el organismo debe trabajar más para mantener la temperatura corporal estable. En consecuencia, el cuerpo debe consumir más oxígeno, provocando alteraciones internas en nuestra anatomía.
Por este motivo, se recomienda evitar las actividades en el exterior y zonas con mayor densidad de tráfico, especialmente en las horas con mayor temperatura. Esto nos puede ayudar a eludir posibles ataques de asma. De la misma forma, no se debe exponer al cambio de temperaturas extremas, entre el fuerte calor de la calle y los interiores frescos debido al uso de aire acondicionado. Las temperaturas extremas pueden ocasionar catarros, infecciones virales o irritación de las vías aéreas.
Fuente: Stakeholders y ONGD-DUS.
